Las condiciones de las sociedades actuales exigen que las personas estén habilitadas para tomar decisiones, trabajar en equipo, generar, evaluar y actualizar sus propios conocimientos, construir relaciones de colaboración, detonar su propio desarrollo humano y ser responsables frente al devenir de la sociedad.
Existe consenso internacional acerca de que uno de los principales objetivos de la educación es la autonomía, es decir, que las personas egresadas de un proceso educativo puedan hacerse cargo de la satisfacción de sus necesidades en todos los órdenes de su vida, establecer relaciones constructivas con quienes les rodean, aportar al bien común y a la transformación social.
El humanismo aporta las bases teóricas y filosóficas a este propósito, pues surge como una reacción contra las ideas, prácticas y sistemas de valores de raíz autoritaria que tratan de hacer pasar al ser humano como un medio para que se cumplan leyes históricas, se alcance tal o cual normatividad social o moral… lo percibe como un fin en sí mismo, por lo que tiene a la persona como su centro y busca el desarrollo de todas sus capacidades en función de sus propias necesidades, intereses e impulsos, en un marco de responsabilidad social y medioambiental. La integralidad es su condición de realización, ésta hace referencia a la incorporación de todas las potencialidades del ser humano como vías para su desarrollo, incluyendo, razón, cuerpo y emociones.
El proyecto de capacitación Educación Humanista e Integral para el Siglo XXI: Tendencias Contemporáneas es un compilado de temas estratégicos transversalizados por la preocupación de generar una educación a la altura de los retos y modelos actuales.
Educación Humanista e Integral para el Siglo XXI: Tendencias Contemporáneas
